La Compañía Lírica Nacional cautiva con su arte musical a públicos de diversas edades y estratos sociales

Miércoles, 23 Octubre 2019

Esta agrupación del Ministerio de Cultura lleva su repertorio a iglesias y centros penitenciarios del país.

 

Desde el año 1960, la ópera ha formado parte del repertorio musical que se interpreta en la República Dominicana. Ya para el año 1979, un grupo de cantantes líricos de la época unieron esfuerzos y crearon la Compañía Lírica Nacional, encabezada por los profesores Arístides Incháustegui, Frank Lendor y Fausto Cepeda, entre otros.  

La Compañía Lírica Nacional de la República Dominicana es una agrupación que ha sido reconocida, no solamente por la difusión del arte lírico, sino por la del canto popular. Actuantemente, cuenta con una matrícula de 14 integrantes.

La soprano Ondina Matos, quien desde el año 2010 funge como directora de la compañía, y en el ejercicio musical lleva más de cuatro décadas, nos habla sobre la labor de la agrupación y el proceso al que se someten sus integrantes para ofrecer la calidad que hoy ostentan.

“Los muchachos se mantienen capacitándose. Tenemos que mantener la calidad con la que hemos trabajado durante años.  Es decir, es un grupo que mantiene la calidad con poca cantidad. En su gran mayoría, son profesores del Conservatorio Nacional de Música y academias privadas", dijo Matos.

Los cantantes líricos tienen que ensayar todos los días, por los continuos eventos en los que participan; donde interpretan óperas, canciones dominicanas y canciones latinoamericanas, entre otras.

"Deben tener amplios conocimientos de danza y teatro escénico, ya que a la hora de interpretar un repertorio, se les demanda dicha formación”.

También, aseguró que son continuos los conciertos donde ponen en alto la dominicanidad, resaltando el legado de grandes compositores dominicanos. "En una ocasión, hicimos uno dedicado a Alberto Julio Hernández, el abuelo de Maridalia Hernández, y fueron interpretadas todas las obras de don Julio. En otra ocasión, le hicimos un homenaje a don Luis Rivera”, recordó. 

La artista indicó, además, que la compañía cuenta con un departamento de rescate de piezas musicales. “Nosotros hacemos conciertos con fragmentos de piezas dominicanas y latinoamericanas que llenaron toda una época”, precisó.  

Escenarios

Los cantantes líricos se presentaban en el auditorio del Palacio de Bellas Artes, que era el único escenario que existía.  Hasta que, en el 1973,  fue inaugurado el Teatro Nacional Eduardo Brito. “Aquellos fueron momentos grandiosos que se vivieron en el teatro", puntualizó Ondina Matos.

En esa época, no solo los cantantes líricos se mantenían continuamente en conciertos operísticos, sino también de ballet clásico, en el auditorio del Palacio de Bellas Artes. Luego, pasó al Teatro Nacional, donde les esperaba un público cautivo y amante de esta manifestación artística. 

Un género musical para todos

Ondina Matos expresó que la compañía trabaja en llevar este género a espacios en donde es poco conocido y difundido. “En las parroquias, ofrecemos conciertos sacros; también hemos ido a centros penitenciarios del país, para llevarle un poco de aliento y alegría a los internos”, precisó la  soprano. 

Del mismo modo, explicó que, aunque cuando fue introducido este género al país, la gente tenía la percepción de que no podía ser consumido por todo el mundo, porque estaba dirigido a la clase alta; algunos de los fundadores de la Compañía Lírica Nacional, como es el caso de Arístides Incháustegui, Frank Lendor y Fausto Cepeda, eran oriundos de barrios vulnerables de la capital.

 Sí había, entre los fundadores, artistas que tenían un nivel social un poco más alto; pero no eran de la  élite, como se decía”.